sábado, 21 de junio de 2008

Iglesia Metodista Libre Coelemu, Reflexión pastoral

En el tiempo que nos encontramos nos hace parecer como si estuviéramos siendo bombardeados por la tecnología, no se termina de lanzar al mercado el último producto de moda y ya al día siguiente hay algo nuevo y de mayor capacidad que el que acaba de salir (¿qué pasaría si en nuestros hijos ocurriera eso?), el avance de la medicina ha sido asombroso descubriendo las soluciones a las distintas enfermedades, el genoma humano ya no es cosa de investigación sino de perfeccionamiento en el control del gen en el hombre, podremos modificar nuestra herencia genética a través de los años, esto en cierto modo nos hace "jugar a ser dioses" ya estará en el poder del hombre las características de sus hijos, ya sea lo físico como en lo saludable que queremos que sean, aunque jamás podremos ser los que modifican el alma del hombre, no importa si los sicólogos dicen o hacen algo al respecto, sólo Dios es el único médico de verdad el que tiene la cura a todas las dolencias internas del hombre.
El mundo avanza rápidamente a una avalancha de desiciones éticas y morales que lo tendrán entre la "espada y la pared" tratando de determinar si necesitamos de Dios ya que hoy controlamos casi todas las cosas, vigilamos el mundo a través de satélites, nuestra comunicación a nivel mundial está a un clik en nuestros computadores, ya todo es rápido y nosotros queremos todo rápido, un bus más rápido, el trabajo más rápido, el Internet más rápido etc.; mas quisiera decirles hermanos en el Señor que no importa lo rápido que seamos en todos los aspectos de nuestra vida o en los enseres que poseamos Dios siempre toma su tiempo para determinar las cosas y el propósito que tiene con nosotros, no importa lo apurados que estemos para cumplir con nuestras tareas cotidianas, a Dios no le inmuta nada de lo que estamos haciendo, podemos avanzar en la ciencia y en la tecnología pero todavía dependemos del Dios Todopoderoso para seguir viviendo, El se toma todo el tiempo del mundo (ya que él es tiempo infinito, el principio y fin), para observarnos con misericordia y gracia, para esperar aún un poco más por aquellos que, aunque apurados, necesitan detenerse para reflexionar respecto de lo que Dios tiene para ellos, y solo a través de nosotros el resto de las personas podrá saber de Dios.
Que importa lo demás si todo es pasajero y perecerá pero nosotros los que hemos creído a la gran comisión de Jesús debemos cumplir con ella. No es "una" gran comisión sino, es "mi" gran comisión y debemos cumplirla con responsabilidad y en cada oportunidad que tengamos, no podemos desoír al Espíritu Santo tratando de hablar a través de nosotros y nosotros reteniendo el mensaje, enmudeciendo a Dios al cerrar nuestros labios producto de la vergüenza, timidez o falta de valentía(cobardía), esto no debe ser así, cambiemos de actitud y sembremos la semilla de la palabra, no apurados pero con rapidez (que no nos queda tiempo), no con fanatismo pero con pasión por las personas que no conocen a Cristo, y de esta forma entonces le ganaremos a la ciencia y la tecnología que con todo su avance nunca podrán desconocer que , aunque después de muchos siglos sin evolucionar, la palabra sigue siendo la misma y produciendo el mismo efecto en nosotros, "arrepentimiento".
Pasarán los cielos y la tierra "la ciencia y la tecnología"(agregadas por el pastor), pero la Palabra de Dios seguirá siendo la misma, que curioso, en un mundo cambiante lo único que no cambia es el inmutable registro de Dios para los hombres La Biblia. Aprovechemos esta oportunidad de seguir hablando de ella mientras la tengamos en nuestras manos, porque a la larga, se venderán en CD y dejaremos de tenerlas en nuestras manos. Que Dios nos Bendiga.