
Una bendición de Jóvenes en nuestra Iglesia, debemos orar por ellos y por cada uno de los que trabajan en sus Iglesias.
Aquí en la vigilia hicieron dos obras muy buenas que nos hicieron

de sus actuaciones mostrando un nivel de preparación de excelencia para el Nuestro Señor Jesucristo y para todos los que estábamos allí. Bien por ellos y por nosotros también.

Nuestra vigilia terminó remolineando para el Señor a las seis de la mañana danzando y saltando en una acción espontánea de todos nosotros, vibrando con la libertad que Jesús nos ha dado, mi hermana Lucía danzaba con todas sus fuerzas y todos juntos terminamos cansados de tanto alabar y glorificar el nombre de nuestro Dios. Bendito cansancio. Amén.
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