Terminaron como se acostumbra...

Para no "desteñir" con las invitadas y siguiendo con la costumbre de nuestra Iglesia se terminó esta actividad de manera muy tradicional y compartiendo un quequito y bebida que refrescaron a las hermanas que asistieron a este evento.

Nuestra hermana Gina Melipan se observa sirviendo a las hermanas mientras otras se despiden con el amor fraternal que se vive entre las damas de la Iglesia Metodista Libre de Coelemu.

El amor es un don que debemos compartir con cada una de las personas que lo necesitan, especialmente con aquellas mujeres que día a día salen de sus hogares a buscar el pan para sus hijos de manera esforzada y valiente. Estas mujeres coelemanas lo merecen, que Dios las bendiga y fructifique el trabajo de sus manos.

Que rico es compartir no sólo en un hogar sino también en nuestra casa de oración, de esa manera se estrechan lazos de amistad, como ha estado sucediendo este último tiempo en nuestra congregación. Aquí vemos a mi hermana Carmen Villegas quien ha servido fielmente al Señor desde que lo recibió en su corazón hace aproximadamente dos años. Ricas bendiciones para ella y su familia.